En la madrugada del miércoles 30, el Senado aprobó la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. El debate comenzó a las 16hs del 29 y se extendió por doce horas. El resultado final fue de 38 votos afirmativos, 29 negativos, 1 abstención y 4 ausentes. Enfrente del Congreso, miles de personas se juntaron para realizar la vigilia y festejar el triunfo. También hubo convocatorias en las provincias y en distintos puntos de encuentro en otros países.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, había anunciado en su plataforma electoral su intención de enviar al Congreso un proyecto de legalización del aborto, lo cual ratificó en su discurso en el inicio del año legislativo. “El aborto sucede. Es un hecho. Y es solo esa hipocresía que a veces nos atrapa, la que nos hace caer en un debate como este”, había anunciado ante el Congreso y añadió: “Junto a la ley que buscará legalizar el aborto, enviaremos al Congreso Nacional un proyecto de ley que instaure el Plan de los 1000 días, para garantizar la atención y el cuidado integral de la vida y de la salud de la mujer embarazada y de sus hijos o hijas en los primeros años de vida”.
El proyecto iba a ser enviado en el mes de marzo, pero la pandemia por el Covid-19 y las medidas tomadas para dar respiesta retrasó los planes. Finalmente el 17 de noviembre Fernández anunció que al día siguiente enviaría ambos proyectos para que sean tratados durante el mes de diciembre. Ambas iniciativas fueron aprobadas primero por la Cámara de Diputados el 11 de diciembre y finalmente por el Senado el 30.
La interrupción legal del embarazo es ahora la Ley 27.610. Se pasó de un sistema de aborto por causales (vigente en Argentina desde 1921) a uno por plazos y luego causales. De esta forma se consagra el derecho al aborto para las mujeres y otras identidades con capacidad de gestación hasta la semana 14 del embarazo inclusive y luego si forma parte de algunas de las causales ya conocidas: en caso de violación y en caso de riesgo para la salud o vida de la mujer. En el caso de menores de 13 años, se debe contar con el consentimiento informado y la asistencia de al menos uno de sus progenitores o representante legal y en adolescentes de entre 13 y 16, deberá tener una persona acompañante o “referente afectivo”.
La ley admite la objeción de conciencia asegurando que él o la profesional de salud deberá mantener su decisión en todos los ámbitos, público y privado y derivar de buena fe a la paciente para que sea atendida por otro/a profesional. Si el centro de salud no cuenta con una persona para realizar el procedimiento, la paciente deberá ser derivada a un establecimiento de similares características. También asegura la importancia de la atención post aborto, así como la incorporación por parte de obras sociales y prepagas del servicio.
Por otro lado, la iniciativa de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia, más conocida como Ley de los Mil Días, fue aprobada por unanimidad tras la aprobación del aborto. Esta ley extiende la Asignación Universal por Embarazo (AUE), que pasará de tener seis mensualidades a nueve, para abarcar la totalidad de la gestación, y amplía el pago por Nacimiento y por Adopción a las personas beneficiarias de la Asignación Universal por Hijo (AUH), que hasta ahora están excluidas de este beneficio. Al mismo tiempo, prevé la provisión pública y gratuita de insumos esenciales durante el embarazo y la primera infancia, como medicamentes esenciales, vacunas, leche, alimentos para el crecimiento y desarrollo saludable en el embarazo y niñez.
La ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo fue enviada por el Poder Ejecutivo, pero no hay que olvidar el trabajo y las décadas de lucha del movimiento feminista. La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito fue el gran colectivo que reunió a miles de personas por la lucha de este derecho. Mujeres como Nelly Minyerky, Dora Coledesky, Marta Alanis, Martha Rosemberg son las históricas que impulsaron esta ley. La esquina de Callao y Rivadavia, donde hace décadas se juntaban sólo unas pocas con el pañuelo, en los últimos años se fue llenando cada vez con más personas que se sumaron al reclamo. En el 2018 y ahora en las dos vigilias vimos esa esquina llena con miles y miles de personas gritando al unísono “aborto legal”.
Desde ELA recordamos a nuestra querida Haydeé Birgin: “La criminalización del aborto es el límite al ejercicio de la libertad. A vos te pueden dar cantidad de medidas para avanzar en la igualdad, pero el derecho a decidir, no. El punto en juego es la libertad femenina”. La aprobación del aborto fue primero en las calles, forma parte de la historia de las pioneras y es el futuro de miles de personas que ahora contarán con este derecho. Hoy Argentina es un país un poco más justo e igualitario. Hoy Argentina tiene aborto legal, seguro y gratuito.