Con convocatorias en distintos puntos del país, miles de mujeres de toda Argentina se unieron al paro internacional de mujeres en conmemoración del 8M. Los reclamos principales giraron en torno al derecho al aborto legal, el fin a la violencia de género y la separación de la Iglesia y el Estado. Este es el cuarto año consecutivo en que se realiza el paro.
La marcha, que se dirigió hacia el Congreso, juntó a militantes políticas, agrupaciones feministas, sindicatos, mujeres indígenas, mujeres trans, entre muchas otras. Mujeres de todas las edades que marcharon con carteles y glitter sin importar la amenaza de lluvia, que llegó casi al final. Cerca de las siete de la tarde se leyó en el escenario que estaba ubicado justo enfrente del Congreso el documento colectivo: “Hoy, en esta plaza y en todas las plazas, paramos el mundo y nos movilizamos por el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras. Llevamos en nuestra lucha a las 130 obreras textiles de la Cotton de Nueva York, quemadas por sus patrones dentro de la fábrica cuando hicieron huelga, y a las obreras textiles rusas que llamaron a la huelga en 1917 para exigir el fin del hambre y de la guerra y así dieron inicio a una revolución. Sus voces se multiplicaron por millones y cada 8 de marzo revivimos su lucha con nuestro grito global”.
Uno de los grandes reclamos del día fue el fin a la violencia de género y los femicidios. En lo que va de 2020 ya hubo más de 70 femicidios, lo que equivale a una mujer asesinada cada 12 horas. El mismo domingo 8 se encontró el cadáver a Fátima Acevedo en Entre Ríos. La joven de 25 años se había refugiado en la Casa de la Mujer tras haber denunciado a su ex pareja, Jorge Nicolás Martínez, por violencia de género varias veces. Llevaba desaparecida una semana. El hombre está detenido.
El reclamo por el aborto legal, seguro y gratuito también se hizo sentir fuerte. Con los pañuelos verdes en alto la marea pidió una vez más el derecho al aborto, a la expectativa del proyecto de ley del ejecutivo que se presentará esta semana. En el escenario, el discurso concluyó: “La deuda es con las trabajadoras, es con nuestro derecho a decidir. La deuda es con nuestra salud, la deuda es con nuestras vidas. La deuda es con nuestra educación pública, laica y gratuita. La deuda es con nosotras y nosotres, vivas, libres y desendeudas nos queremos ¡Será Ley!”.