Con solo unos días de distancia, diferentes hechos de violencia protagonizados por jugadores de rugby se hicieron lugar entre las “notas del verano”. Luego de que se conociera una denuncia efectuada contra rugbiers del Club Universitario de la Plata por viralizar fotos y videos íntimos tomados sin el consentimiento de las mujeres involucradas, en Villa Gesell un grupo de rugbiers de un club de Zárate mató a golpes a Fernando Báez Sosa en medio de una pelea a la salida del boliche Le Brique.
Cuando se conoció la denuncia en La Plata, el Club Universitario de La Plata, al que pertenecen los acusados, decidió suspender a los involucrados y señaló en un comunicado que tomaron la decisión por considerar que lo ocurrido les “involucra e interpela como comunidad”. En cuanto a los involucrados en el asesinato de Báez Sosa, todos jóvenes de entre 18 y 20 años, el Club Náutico Arsenal suspendió a los integrantes de su club y el Club Atlético San Isidro (CASI) también sacó de su lista de socios a Máximo Thomsen.
No es la primera vez que varones que practican ese deporte protagonizan hechos de violencia. Sin embargo, como escribió Mariana Carbajal en Página12, “No se trata de estigmatizar a un deporte sino de pensar y reflexionar sobre qué modelos de masculinidad propone y promueve. Relatos de jugadores y ex jugadores dan cuenta de ritos de iniciación por los que deben pasar `los nuevos` que se suman a un plantel, que incluyen golpizas de todos contra uno, hasta violaciones grupales con objetos, para que se curtan, para supuestamente tornear su espíritu”.
En Infobae, Luciana Peker también escribió sobre el tema: “Así como la pollera no es culpable de la violación, la pelota ovalada tampoco es la responsable de las patotas encarnizadas contra él o la más débil. Sin embargo, sí, los inicios y ritos de los deportes son la esencia de la educación de los varones para ser agresivos, ganadores y humillar a sus rivales”.
La violencia perpetrada por el grupo se trasladó a las redes cuando cientos de personas comenzaron a expresarse pidiendo violencia para los violentos. “Cuando una parte de la sociedad pide que a un violador lo violen en la cárcel, está reproduciendo la cultura de la violación, donde se acepta y sostiene esa violación. Pedir muerte para quien mata o que se lo envíe a la cárcel de por vida es exactamente lo mismo: la cultura de la violencia”, explicó el psiquiatra Enrique Stola en una nota en Cosecha Roja.
Además de abrir el debate sobre la masculinidad tóxica, este crimen podría traer cambios legislativos. Daniel Lipovetzky, diputado de la Provincia de Buenos Aires, y Leandro Santoro, el referente porteño del Frente de Todos trabajan en la “Ley Fernando”, un proyecto que busca aplicar “la mano prohibida” a los rugbiers y a los jugadores de otros deportes. “El proyecto consiste en equiparar al rugby con el boxeo y el judo. ‘La mano prohibida’ no está en el reglamento deportivo, sino que en el Código Penal te dicen que se agrava y, por ende más pena, cuando el uso de la fuerza es desproporcionado entre las partes”, explicó Valeria Carreras, autora del proyecto, citada por Clarín. El objetivo es que. Este tipo de. Comportamientos violentos tengan alguna consecuencia en el ámbito deportivo: “Un hecho de violencia, una intimidación, va a tener una fecha de suspensión. En esa fecha, va a tener que tomar una charla, un test psicológico, para cambiar”, ejemplificó Carreras.
Una vez más hechos de violencia dan cuenta de la necesidad de implementar educación sexual integral en las escuelas y promover capacitaciones con perspectiva de género en otros ámbitos más allá del educativo. Y el espacio habilitado een los medios de comunicación al debate respecto de temas vinculados con la igualdad prueban que durante el verano también se puede profundizar en temas de interés social.