Bajo la premisa de justificar el desmantelamiento de las políticas de género, se presentan datos engañosos que no resisten el contraste con los datos. En este análisis, desglosamos cada una de estas afirmaciones con información oficial y evidencia disponible.
En esta nota sabrás por qué:
– No hay evidencia de que la violencia haya bajado tras desmantelar las políticas de género.
– La igualdad ante la ley no significa eliminar medidas que garantizan derechos.
– Las políticas de prevención y asistencia sí tienen impacto, eliminarlas deja a más mujeres en riesgo.
– Las políticas de género no son una ideología, sino una obligación del Estado basada en derechos humanos.
1 “Se cerró el Ministerio de la Mujer y se eliminaron las áreas de género. Aun así, la violencia bajó un 20% en 2024”
FALSO
No existen datos oficiales que sustenten esta afirmación. Según el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina de la Corte Suprema, de 2014 a 2023 se registraron entre 225 y 250 femicidios por año en el país. La tendencia se ha mantenido estable en la última década y no hay evidencia que permita afirmar que la violencia contra las mujeres haya disminuido en 2024.
Según datos del Ministerio de Seguridad, se registraron 1.810 homicidios dolosos en 2024, una reducción del 11,5% en comparación con los 2.046 homicidios de 2023 y del 7,7% en comparación con los 1961 de 2022. Cuando se analiza esos homicidios según el género de la víctima y la relación con el victimario, se observa que:
En 2022,
– 345 mujeres fueron asesinadas.
– 85,7% tenía alguna relación con su victimario. El 36,8% era su pareja o ex pareja.
– en el caso de los varones, este último valor es el 2% de los homicidios dolosos registrados.
En 2023
– 361 mujeres fueron asesinadas.
– 87,7% tenía alguna relación con su victimario. Casi el 40% era su pareja o ex pareja.
– en el caso de los varones, este último valor es el 2% de los homicidios dolosos registrados.
Todavía no son públicos los datos del 2024.
Algunas conclusiones:
– Cuando se analiza la violencia hacia las mujeres, femicidio refiere al asesinato de una mujer por parte de un hombre cuando hay evidencia de violencia de género (generalmente, en el marco de una relación de pareja actual o pasada, pero no exclusivamente).
– El Gobierno quiere hablar de “violencia” en general porque se niega a reconocer la existencia de una desigualdad estructural que hace que los femicidios sean diferentes de otros homicidios, a la que el Estado debería dar una respuesta diferenciada. El gobierno intenta borrar esa diferencia.
– Aún viendo los datos del propio Gobierno sobre homicidios, no es posible afirmar que la violencia hacia las mujeres haya disminuido y mucho menos que sea por la eliminación de las políticas públicas.
Con la eliminación de la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, por primera vez en 40 años Argentina no tiene un organismo nacional rector en políticas de género. En ese proceso, desmanteló los sistemas de recolección de datos específicos sobre violencia de género. El Estado no puede afirmar que bajó cuando dejó de medirla como tal.
FALSO
La respuesta punitiva no es suficiente sin prevención y asistencia a las víctimas. La evidencia muestra que, además del costo gravísimo en vidas de mujeres asesinadas, es 22 veces más costoso no abordar la violencia de género a tiempo.
Mientras el Gobierno eliminó áreas de género:
La eliminación o debilitamiento de estos programas no hace que la violencia desaparezca; al contrario, deja a las víctimas más vulnerables, sin respuestas estatales que puedan acompañarlas en su proceso de denuncia, recuperación y autonomía.
3 “Las políticas de género son un privilegio y violentan la igualdad ante la ley”
FALSO
La igualdad ante la ley no significa tratar a todos igual sin considerar desigualdades estructurales. La Constitución Nacional y tratados internacionales – con rango constitucional – establecen que el Estado debe tomar medidas activas para garantizar la igualdad real (Art. 75 inc. 23 de la Constitución Nacional).
Las políticas de género buscan garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades y protección ante la violencia.
– En Argentina, +52% de la población es pobre. 6 de cada 10 son mujeres.
– En el 3er trimestre de 2024, la brecha salarial entre hombres y mujeres fue del 27,7% según el INDEC.
– La tasa de actividad de las mujeres disminuye hasta 20pp en hogares con 2 o más niños/as. Algo similar sucede con la tasa de desempleo, aumenta con la presencia de niñeces en el hogar.
– En el caso de los varones el comportamiento es el contrario, mientras más niños o niñas mayor participación en el mercado de trabajo.
– En los hogares monomarentales, el 43,3% de las asalariadas jefas de hogar no están registradas, presentando el nivel más alto de informalidad.
– Casi 7 de cada 10 hogares monomarentales están por debajo de la línea de pobreza y 3 de cada 10 bajo la línea de indigencia.
Eliminar estas políticas no genera igualdad, sino que agrava las desigualdades existentes.
Las políticas de género no son privilegios, sino herramientas para corregir desigualdades estructurales.
4 “El Estado gastó 4 billones de pesos en políticas de género en 2023, más que en seguridad o defensa”
FALSO
El presupuesto del ex Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad fue mucho menor. En 2023, gastó el equivalente a $172.000 millones.
En una nota de La Nación, el ministro Cúneo Libarona ya había mentido diciendo que habían sido 300 mil millones. La fuente de las afirmaciones del Gobierno es desconocida.
En 2023, representó 0,21% del gasto total del Estado, muy por debajo de áreas como Defensa (3,38%) y Seguridad (2,2%).
No hubo un gasto desproporcionado. Muy por el contrario, hubo una inversión mínima en políticas de prevención y asistencia para víctimas de violencia de género.
5 “El dinero se destinó a burocracia, oficinas de lujo y políticas simbólicas que no ayudaron a reducir la violencia”
FALSO
En distintas gestiones, de distinto signo político, los fondos se usaron para programas, si bien perfectibles, muy concretos:
– Línea 144, uno de los servicios gratuitos de atención para víctimas de violencia más conocidos.
– Programa Acompañar, que entre septiembre de 2020 a diciembre de 2023 brindó ayuda económica a más de 352.000 mujeres en situación de violencia de género de todo el país (que significaba más del 80% del gasto del presupuesto del Ministerio).
– Centros de Protección en todo el país, que brindaban refugio y asistencia legal y psicológica.
El acceso a información y asistencia aumentó:
– En 2018, sólo 22% de las mujeres que sufrieron violencia buscaron ayuda; en 2023, ese número subió al 29%.
– En 2018, 40% de las víctimas no reconocía la violencia; en 2023, bajó al 34%, demostrando mayor conciencia y acceso a derechos.
Las políticas de prevención y asistencia sí funcionan. Han sido claves para reducir el riesgo y el impacto de la violencia de género. Acompañamiento psicológico, asistencia económica y líneas de atención permiten que más mujeres puedan salir de situaciones de violencia y reconstruir sus vidas. Su eliminación no sólo desprotege a quienes ya están en riesgo, sino que perpetúa el círculo de violencia, dejando a las mujeres sin opciones y aumentando la impunidad de los agresores.
6 “Las políticas de género eran parte de la ideología WOKE”
FALSO
Las políticas de prevención y asistencia no son una ideología sino una obligación del Estado basada en la Constitución Nacional y en los derechos humanos.
Argentina es signataria de la Convención de Belém do Pará y de la Convención CEDAW, que exigen al Estado prevenir y erradicar la violencia de género.
La Ley 26.485 establece que el Estado debe proteger a las mujeres y diversidades. Las políticas de género fueron adoptadas por gobiernos de distintos signos políticos en las últimas décadas.
Calificar estas políticas como una “ideología” es una estrategia para justificar su eliminación, invisibilizando la violencia y des-responsabilizando al Estado.
¿Por qué el Gobierno no aclara cómo va abordar la violencia de género que persiste? ¿Por qué decide, el 8M Día Internacional de la Mujer, dirigirse violentamente a una población que necesita respuestas urgentes? ¿El Gobierno está en contra del progreso de las mujeres?
El video difundido no sólo desinforma sino que pretende instalar una narrativa que minimiza la violencia de género y busca deslegitimar las herramientas para combatirla. La evidencia demuestra que las políticas de prevención y asistencia son necesarias y su desmantelamiento deja a más mujeres en riesgo. Invisibilizar la violencia no la elimina: solo abandona a quienes la padecen y las deja libradas a su suerte.