En el inicio de la Conferencia, Laura Pautassi -presidenta de ELA- integró la mesa de apertura y comentó el documento de posición presentado por la CEPAL “La sociedad del cuidado: gobernanza, economía política y diálogo social para una transformación con igualdad de género”.
En su intervención, reivindicó el aporte del movimiento y la academia feminista a lo largo toda la historia de las Conferencias Regionales, que contribuyeron a impulsar debates y demandas utilizando su capacidad de organización y agencia para trazar puentes entre las demandas sociales y las políticas públicas implementadas por los Estados. Así, Laura Pautassi reafirmó la obligación de los Estados de implementar políticas públicas desde un enfoque de derechos, considerando el reconocimiento de los cuidados como un derecho humano autónomo, imprescindible para la igualdad y la democracia, tal como lo estableció la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la reciente Opinión Consultiva Nro. 31.
Además, ELA co-organizó el evento paralelo “Sistemas de cuidado y apoyo: derechos humanos, género y discapacidad”, junto al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ONU Mujeres, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el Gobierno de México, entre otras instituciones.
En su intervención, Natalia Gherardi destacó que los cuidados recaen de manera desproporcionada sobre las mujeres y que, sin políticas públicas inclusivas, con enfoque de género y generaciones, las adolescentes, las mujeres mayores y las personas con discapacidad seguirán viendo limitada su autonomía y su derecho a una vida independiente.
Este evento fue una oportunidad para avanzar en nuestro objetivo de articular las agendas de género y discapacidad y debatir propuestas para avanzar hacia políticas que reconozcan al cuidado y los apoyos como derechos, con énfasis en la autonomía, la interdependencia y la igualdad. Creemos que los movimientos feministas y de discapacidad tenemos una meta común: pasar de la idea de una responsabilidad privada de los cuidados y apoyos (que se descansan en las familias y especialmente en las mujeres), a una responsabilidad social compartida entre Estado, comunidad, mercado y hogares.
En el evento paralelo “¿Contribuyen las Políticas Exteriores Feministas al avance de los derechos de las mujeres y la igualdad de género?”, ELA compartió panel con las organizaciones que integramos la Articulación Regional Feminista: Corporación Humanas de Colombia y Chile, EQUIS de México y la Coordinadora de la Mujer de Bolivia. Participaron del encuentro, la directora regional para la Oficina de México y Centroamérica de la Fundación Ford, Ximena Andión Ibáñez y la embajadora itinerante para Asuntos de Género y Política Global Feminista de Colombia, Arlene B. Tickner.
Allí se remarcó que, en un contexto de retrocesos y discursos antigénero en Argentina y en la región, la política exterior feminista de gobiernos democráticos funciona como un límite a los autoritarismos y como garantía de que los avances en derechos no sean revertidos. El evento permitió compartir el trabajo que lleva adelante la Articulación Regional Feminista por los Derechos Humanos y la Justicia de Género en el análisis y valoración de la política exterior feminista en los países involucrados.
ELA también co-organizó la presentación del libro “El derecho a la seguridad social y las responsabilidades de cuidado”, junto a la Fundación Friedrich Ebert y el Centro de Estudios Constitucionales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Este espacio, realizado en el Pabellón de los Cuidados, promovió el intercambio entre activistas, académicas, responsables de la implementación de políticas públicas y referentes sindicales y de la sociedad civil, con el objetivo de analizar distintas aristas del derecho al cuidado y su vínculo con el derecho a la seguridad social.
La publicación, una iniciativa del Centro de Estudios Constitucionales de la Suprema Corte de Justicia de México, permite poner en valor la articulación entre la producción de la academia y el Poder Judicial como motor para consolidar la incorporación de los estándares internacionales en el reconocimiento del cuidado desde un enfoque de derechos humanos.
Durante la Conferencia también participamos en el encuentro “Construyendo sistemas de cuidados desde los territorios en América Latina y el Caribe”, donde se presentaron experiencias de Argentina, Uruguay, Colombia, Perú, República Dominicana, Chile, Brasil y México, con foco en el diseño e implementación de políticas de cuidado bajo el enfoque de las 5R: reconocer, reducir, redistribuir, recompensar y representar. El taller promovió el intercambio de aprendizajes y retos entre proyectos innovadores apoyados por el Fondo de Investigación-Acción Colaborativa, una iniciativa liderada por GRADE, con el apoyo de IDRC, UNRISD y la Alianza Global por los Cuidados.
En este espacio, ELA junto con la Secretaría de Género y Desarrollo Comunitario del Municipio de Río Grande compartió el proyecto Tiempo para mujeres: de lo local a las políticas transformadoras, que evalúa las políticas locales de cuidado infantil recientemente implementadas en la ciudad. En el marco de este encuentro también se realizó el evento paralelo “Gobernanza feminista y transformadora del cuidado en América Latina en contextos de múltiples crisis”, presentamos la evaluación en curso del proyecto, donde se destacó la experiencia de Río Grande como un contrapunto valioso que es importante sostener y acompañar, en un contexto de retrocesos.
A lo largo de la semana, ELA también participó en las actividades de la Alianza Global por los Cuidados, cuyo Comité de Gestión integra, así como en otros espacios regionales que convocaron a gobiernos, organismos internacionales, academia y sociedad civil.
Junto con las organizaciones Amnistía Internacional Américas, Dejusticia y Cuidando a Violeta convocamos el panel “Los cuidados desde la mirada de la sociedad civil: aportes para hacer realidad la igualdad de género y las sociedades del cuidado”. Allí, pusimos en común nuestras apreciaciones sobre la reciente Opinión Consultiva N° 31 y coincidimos en la importancia de esta resolución para el avance de sistemas de cuidado con enfoque de género y de derechos humanos en la región.
A la vez, dialogamos sobre los avances y retos que enfrenta la implementación de sociedades del cuidado en contextos violentos, con gobiernos autoritarios o con auge de agendas anti-derechos. Un punto central de la conversación fue la necesidad de potenciar y visibilizar las voces de quienes ejercen el derecho al cuidado en diferentes orillas: quienes son cuidadoras, quienes requieren cuidados, quienes abogan por condiciones para el autocuidado, quienes potencian espacios de cuidado colectivo y quienes trabajan en la conceptualización de este derecho.
Impulsar políticas integrales de cuidados y apoyos requiere el compromiso de los Estados, la academia, la sociedad civil. Por eso, convocamos el panel “Cuidados y apoyos como derecho humano: obligaciones, estándares y políticas públicas” a través del cual promovimos una conversación entre diversos actores en el cierre de la Conferencia Regional.
La actividad contó con la participación de Patricia Cossani Padilla (Adjunta a la Secretaría Nacional de Cuidados y Discapacidad de Uruguay); Francisca Gallegos (Subsecretaria de Servicios Sociales del Ministerio de Desarrollo Social y Familia de Chile); Marta Ferreyra y (Directora General de Implementación de Proyectos Estratégicos en las entidades Federativas de la Secretaría de las Mujeres del Gobierno de México); Natalia Moreno Salamanca (Directora de Cuidados para las Poblaciones y Territorios Excluidos y la Superación de la Pobreza, Ministerio de Igualdad y Equidad de Colombia); Verónica Gómez (Jueza de la Corte Interamericana de Derechos Humanos); Laura Elisa Pérez (Experta del Comité DESC de Naciones Unidas); Gracia Morales Alzaga, directora de Política de Cuidado en la Secretaría de las Mujeres y la presidenta de ELA, Laura Pautassi.
La participación de ELA en la XVI Conferencia de la Mujer fue una oportunidad para reafirmar nuestro compromiso con la construcción de sistemas integrales de cuidados en América Latina y el Caribe, con enfoque inclusivo, con perspectiva de género y generaciones. Una agenda que exige reconocer, redistribuir y remunerar los cuidados, garantizar apoyos, y que se basa en la convicción de que sin cuidados no hay igualdad ni democracia plena.