Muertes violentas de mujeres: por qué deben investigarse como femicidio

Ante la discusión mediática que contrapone “ajuste de cuentas” y femicidio, corresponde recordar que la calificación jurídica es tarea de la Justicia. Sin embargo, los estándares vigentes establecen que toda muerte violenta de una mujer debe investigarse como femicidio desde el inicio. Ese enfoque permite analizar el contexto, preservar pruebas, asegurar la coordinación institucional, proteger derechos de víctimas y familiares y sostener todas las líneas de investigación para determinar, luego, si existieron o no razones de género.
25 Sep 2025

 ¿Femicidio o ajuste de cuentas?

Algunos medios plantean si el hecho es un “ajuste de cuentas” del narcotráfico o un femicidio. La calificación del crimen será un trabajo de la Justicia, pero lo importante es recordar que toda muerte violenta de una mujer debe investigarse como femicidio porque es la única forma de iniciar la pesquisa con análisis de contexto, preservación de pruebas, coordinación institucional y protección de derechos de víctimas y familias, sin descartar hipótesis. Estos lineamientos están detallados en el Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género  (ACNUDH; ONU Mujeres, 2014) y en su adaptación argentina (UFEM, 2019).

La investigación debe considerar indicios de violencia de género: ensañamiento, antecedentes de abuso o dominación, violencia sexual o desigualdad estructural entre víctima y agresor. En este caso, además, las mujeres son muy jóvenes e incluso una de ellas es menor de edad. Ya en esta etapa existen elementos e indicios que deben ser investigados y que parecen indicar un contexto de explotación y violencia por razones de género.

Negar esa posibilidad desde el inicio invisibiliza una dimensión clave de la violencia que atraviesan las mujeres.

Datos para contextualizar

 

  • En Argentina, cada 35 horas una mujer es víctima de femicidio, muchas veces después de haber pedido ayuda. El 54% son asesinadas por sus parejas actuales o pasadas (Oficina de la Mujer, CSJN, 2025). 
  • Aunque no son los únicos casos: los protocolos refieren a femicidios íntimos y familiares, femicidios sexuales, travesticidios/transfemicidios, femicidios en contexto de criminalidad organizada y en otros contextos, como el encierro.
  • En 2024 hubo 247 víctimas de femicidio, que dejaron a más de 200 niñas, niños y adolescentes sin madre.
  • Hasta agosto de 2025, según La Casa del Encuentro hubo 164 víctimas y 143 hijas/hijos quedaron sin madre, más de la mitad son menores de edad. 
  • La violencia no afecta a todas por igual: en contextos de criminalidad organizada, las mujeres están en mayor riesgo de ser usadas como mercancías, eliminadas como “mensaje” o como producto de venganza entre bandas. Suelen darse luego de secuestros, incomunicación de las víctimas con su entorno familiar y amistades, suministro de estupefacientes y desapariciones, entre otros. (UFEM, 2018). 
  • Entre 2020 y 2025 se registraron 196 feminicidios vinculados al narcotráfico en Argentina, 128 de ellos en Rosario (Mumalá, 2025).
  • Todo esto sucede, además, en un contexto de crisis económica, en donde el 38,1% de la población argentina es pobre, de las cuales 6 de cada 10 son mujeres (Indec, 2024).

Políticas y servicios: un escenario que preocupa

Desmantelamiento de políticas nacionales: con la baja del Programa Acompañar, la cantidad de mujeres asistidas cayó 98,72%

  • Por primera vez desde 2017 no hay Plan Nacional de Acción contra las violencias de género, en incumplimiento de la Ley 26.485.
  • Efectos en provincias: menor acompañamiento político, discrecionalidad para quitar recursos en áreas de género y, en algunos casos, menor compromiso con leyes de igualdad.
  • Línea 144: –41% de personal (T1 2024: 138 trabajadoras → T1 2025: 81).

Sin presupuesto específico 2025 y cese del sistema nacional de medición sobre violencia de género.
La invisibilización no elimina la violencia: abandona a las víctimas, debilita la investigación judicial y justifica la ausencia de prevención y protección.

Recomendaciones para la cobertura

 

  • No poner en duda el concepto de “femicidio” en la etapa inicial. Aunque el agresor no fuera pareja o familiar, los femicidios no se limitan a ese ámbito. Será la Justicia quien determine si corresponde agravar por violencia de género.
  • Evitar responsabilizar a las víctimas. Su ocupación o si subieron a un auto voluntariamente o bajo engaño no justifica hechos de violencia.
  • Reconocer la intersección entre desigualdad de género, juventud, territorio y criminalidad organizada.
  • Recordar que la violencia de género no empieza con el crimen: comienza mucho antes. Invisibilizarla equivale a justificar la ausencia del Estado.