¿Todas las personas podemos sufrir violencia?
Por supuesto que sí. Sin embargo, las mujeres y LGBTQ+ pueden atravesar un tipo de violencia específico, que debe abordarse como tal si pretendemos resolverla. Si desde chicos enseñamos a los varones que deben ser fuertes y dominar, y a las mujeres que deben ser dóciles y obedecer, se generan relaciones desiguales. Esas desigualdades están en la base de las violencias por razones de género.
Algunos datos claves para entender de qué se trata:
¿Qué respuesta concreta reciben las mujeres y sus familias?
Se pueden, y deben, revisar todas las políticas públicas y las herramientas existentes, la violencia de género es un problema estructural difícil de resolver. Sin embargo, sólo vemos retrocesos y desfinanciamiento en los dispositivos que deberían abordarla.
El Proyecto de Presupuesto 2026 deja sin partida al Programa Acompañar y a la Línea 144. Sólo financia “Protección de Víctimas de Violencia”, desdibujando la especificidad de género, sin dejar en claro qué contempla y con un recorte total del 89% frente a 2023 (ACIJ y ELA, 2025). Esta opacidad vuelve imposible monitorear la información.
Acompañar
Un Programa de acompañamiento psico-social y económico, equivalente al salario mínimo, vital y móvil dirigido a mujeres y LGBTQ+ que estén atravesando violencia de género de alto riesgo.
Linea 144
Uno de los dispositivos de atención, contención y asesoramiento frente a violencia de género más conocidos y utilizados por la población.
☎️ A pesar de estos recortes, y gracias al esfuerzo de sus trabajadoras, la línea 144 continúa en funcionamiento y es vital para muchas mujeres y LGBTQ+.
Acceso a la justicia
La violencia empieza mucho antes de un crimen y, si no hay políticas de prevención, asistencia y acompañamiento, el Estado llega tarde. Hoy la protección depende de la provincia donde se viva y de su capacidad para sostener lo que la administración nacional abandonó. A partir del discurso del ajuste y la deslegitimación del feminismo, numerosos municipios han cerrado o reducido sus áreas especializadas, dejando a mujeres y diversidades sin espacios de contención y asistencia.
Las referentes de género locales expresan preocupación: hoy las mujeres están más solas y tienen menos recursos para salir de la situación de violencia. Es un problema demasiado extendido como para desconocerlo.
Además, la evidencia muestra que es 22 veces más costoso –y por lo tanto ineficiente– intervenir tarde que prevenir a tiempo. La inversión en prevención y atención oportuna no sólo salva vidas: reduce gastos en salud, justicia y programas sociales; y aumenta la empleabilidad y la autonomía económica de las mujeres.
El Poder Ejecutivo dice que se eliminaron todas las políticas y eso bajó la violencia contra las mujeres. Sin embargo, como vemos en los datos: no es cierto. Lo que sí es cierto es que no hay propuesta integral para prevenir y abordar la violencia por motivos de género.
Las reformas económicas que nuestro país necesita no pueden hacerse a expensas de las mujeres. El 79% de la población prefiere un Estado que brinde protección ante las violencias de género y el 85% considera que aún queda mucho por hacer para asegurar la igualdad de derechos (ELA y CEDES, 2025).
Argentina es pionera en materia de derechos humanos y avanzó mucho en el reconocimiento de la violencia. Eso nos hace una mejor sociedad, es importante seguir recorriendo ese camino.
Esta información es un adelanto de los principales hallazgos del monitoreo ¿Libradas a su suerte? – actualización a noviembre 2025 que elaboramos desde ELA.
Otras fuentes y material para prensa