Un día de lucha verde para el movimiento feminista. Cada 28 de septiembre se conmemora el Día de Acción Global por un Aborto Legal y Seguro. Esta fecha se estableció en el V Encuentro Feminista Latinoamericano que se llevó a cabo en San Bernardo, Argentina en noviembre de 1990. Este año el reclamo por el derecho al aborto tiene sin duda un toque extra debido a las medidas de aislamiento obligatorio a causa del Covid 19, que no solo nos arrebató la oportunidad de volver a marchar como todos los años, sino que profundizó en estos meses varias complejidades y obstáculos para la Salud Sexual y Reproductiva.
Según el estudio realizado en 2005 por las demógrafas Silvia Mario y Edith Pantelides, en Argentina se realizan entre 370.000 y 520.000 abortos por año. En la actualidad se estima que se realizan aproximadamente 1300 interrupciones de embarazo por día. Según los datos de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) en el año 2017 se registraron 45.224 egresos hospitalarios por aborto en el sistema de salud público. En 2016 fueron 39.025, de las cuales el 16% fueron niñas y adolescentes que tenían entre 10 y 19 años.
Durante la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la importancia de considerar los servicios de salud sexual y reproductiva como esenciales. Esto no solo abarca el acceso a la ILE sino también a los métodos anticonceptivos tanto de corta como de larga duración. También se propuso la adopción de medidas de telemedicina para evitar el traslado de personas durante la vigencia de las medidas adoptadas en el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO). Por su lado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó a que los Estados garanticen el acceso a la anticoncepción y a la interrupción del embarazo en los supuestos previstos en el marco jurídico de cada país. La Royal College of Obstetrics and Gynecology (RCOG) publicó en marzo de este año una guía de recomendaciones para la atención del aborto en el contexto de la pandemia, en el cual aseguraban que “el aborto es una prestación esencial de salud Los servicios deben organizarse para minimizar las demoras en la atención”.
El Estado argentino tomó varias medidas para mitigar el impacto de la pandemia en el acceso a los derechos sexuales y reproductivos. Se incluyó el acceso a la ILE, a la anticoncepción hormonal de emergencia y a los métodos anticonceptivos (MAC) como derechos esenciales que habilitan a las mujeres y adolescentes a circular para procurar su acceso. En la página oficial del Ministerio de Salud se pueden encontrar distintos lineamientos destinados a equipos de salud para el tratamiento de ILE en época de pandemia. También emitió un protocolo específico para adolescentes que incluye la distribución de MAC. Varias provincias del país como la Provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Salta, Jujuy, Río Negro, Neuquén también emitieron sus propios protocolos o lineamientos. La Dirección Nacional de Salud Sexual y Reproductiva publicó un folleto para acompañar el tratamiento ambulatorio con misoprostol para ILE en el primer trimestre de gestación.
Los llamados a la línea gratuita de Salud Sexual del Ministerio de Salud (0800 222 3444) se multiplicaron en la cuarentena y ,entre los temas consultados, la ILE tuvo un gran aumento mostrando la importancia de fortalecer la exigibilidad de derechos por parte de la ciudadanía. Sobre acceso al aborto, la línea pasó de un promedio de entre 5 a 11 consultas diarias a 70. En marzo hubo 259 consultas, en abril 635, en mayo 865 y en Junio 881, dando un total de 2640 en cien días, un incremento del 536%.
Pero el acceso a la ILE no es la única problemática. Con la restricción a la circulación muchas mujeres y adolescentes han tenido dificultades para poder acceder a los métodos anticonceptivos. “Al mismo tiempo, la situación se ve agravada por la pérdida de empleo y disminución de los ingresos que impacta en grandes sectores de la población”. Según un estudio realizado por el Fondo de Población para las Naciones Unidas (UNFPA) se estima que “entre 12,9 (en un escenario optimista) y 20,1 millones de mujeres en la región (escenario pesimista) se verán forzadas a interrumpir el uso de métodos anticonceptivos. De ellas, un 55% lo harán porque tendrán dificultades para obtenerlos en los servicios públicos de salud y un 45% por imposibilidad de pagarlos en las farmacias privadas”.
Ese mismo estudio indica que en Argentina “un 65% de las mujeres que discontinuarán el uso de anticonceptivos en el país lo harán afectadas por una retracción de los ingresos familiares. Mientras que el 35% de las mujeres que, durante la pandemia discontinuarán el uso de anticonceptivos modernos, lo harán por dificultades de aprovisionamiento en los servicios públicos de salud, así como por discontinuidad de los servicios y/o por una disminución en la demanda vinculada al temor al contagio”.
El Instituto Guttmacher, una organización internacional con un fuerte compromiso con la promoción de la salud y los derechos sexuales y reproductivos a nivel mundial, publicó en abril de este año un estudio que alerta sobre el panorama crítico que puede generar la pandemia en materia de salud reproductiva. El equipo de investigación calculó que con solo una reducción del 10% en el acceso a MAC de corta y larga duración en países de ingresos bajos y medios representaría 49 millones de mujeres sin acceso a anticoncepción, 15 millones de embarazos no deseados y 28.000 muertes de personas gestantes durante este año.
El proyecto de ley
En el 2019 la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito volvió a presentar ante el Congreso un proyecto de ley de legalización del aborto. Además, al inicio del año legislativo en curso, el presidente Alberto Fernández anunció su intención de enviar un proyecto de legalización en las próximas semanas, algo que ya había anunciado como uno de sus compromisos de campaña. .
Sin embargo, pocos días más tarde el Gobierno tuvo que empezar a tomar medidas para dar respuesta a la pandemia y la presentación del proyecto de ley por parte del Poder Ejecutivo quedó en suspenso. Desde entonces, ha habido múltiples comentarios con respecto a cuándo será eventualmente la fecha en que se presente el proyecto y cuáles serían las estrategias para impulsar su tratamiento y aprobación en el Congreso.
Hoy más que nunca nos paramos del lado de los derechos de las mujeres, niñas, adolescentes y las personas con capacidad de gestar a acceder al aborto y a métodos anticonceptivos. Asegurar el acceso a la anticoncepción es una forma de prevenir embarazos no deseados y, por lo tanto, abortos. La pandemia no solo demostró el peligro de la falta de acceso a métodos preventivos sino también la fuerza de las redes feministas y como las Socorristas que en todo el país aseguran que ninguna mujer tenga que enfrentar sola esa experiencia ni sufra consecuencias físicas o muera por causa de un aborto inseguro. Este 28 de septiembre volvemos a reclamar por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.