En los últimos años el cuidado se ha instalado fuertemente en la agenda pública y política de nuestro país. Sin embargo, el tema no es nuevo y desde el movimiento feminista, organismos internacionales, la academia, la sociedad civil y desde el propio Poder Legislativo se viene trabajando hace muchos años en torno al derecho al cuidado. Pero ¿qué papel tienen las licencias por responsabilidades familiares en el acceso a este derecho? Para contestar a esta pregunta y plantear los desafíos pendientes en esta materia ELA y UNICEF presentaron el documento Apuntes para repensar el esquema de licencias de cuidado en Argentina.
El documento realiza un breve recorrido conceptual sobre el derecho al cuidado aportando herramientas para la discusión sobre por qué es necesario avanzar en esta agenda si se quieren reducir las desigualdades tanto de género como socioeconómicas. En segundo lugar, presenta la relación entre políticas de cuidado y bienestar social ofreciendo un panorama general sobre la situación actual de la normativa sobre los tiempos de cuidado y las propuestas legislativas vigentes. Por último, brinda elementos para pensar en una reforma del esquema actual de licencias que pueda contribuir al objetivo de reducir las desigualdades de género y socioeconómicas en Argentina y asegurar el ejercicio pleno de derechos de niñas y niños.
“El esquema de licencias actual refleja un acceso fragmentado y estratificado al derecho al cuidado, en parte porque tiene como normativa principal una Ley de Contrato de Trabajo que está por cumplir 44 años. Es necesario avanzar en una transformación de nuestras leyes que permita dar cuenta de los cambios de las últimas décadas”, explicó Delfina Schenone Sienra, integrante del área de Políticas de ELA. Además, para la autora del documento las modificaciones “requieren trabajar en un consenso no solo entre las diferentes fuerzas políticas sino también entre los distintos actores sociales, que incluye al sector privado, a las familias, a los sindicatos y a las organizaciones comunitarias.”
“El horizonte debe ser diseñar e implementar un sistema nacional integral que avance de manera efectiva en la reducción de las desigualdades de género y socioeconómicas que tienen un impacto negativo en la vida de las mujeres, el bienestar de niñas y niños y, también, en el desarrollo del país”, destacó Carolina Aulicino Oficial de Política Social del área Monitoreo e Inclusión Social de UNICEF.
Hoy, el derecho a contar con tiempo para cuidar está condicionado al tipo de inserción laboral, al lugar de residencia y al tipo de conformación familiar. Las organizaciones señalaron que el objetivo es reconocer y otorgar derechos que superen esta fragmentación así como contemplar las diversas necesidades de cuidado que tienen las familias a lo largo del tiempo que exceden los primeros días o meses de vida. En este sentido para las organizaciones mejorar y universalizar tiempos para cuidar es un paso fundamental dentro de una política más amplia que contemple los otros dos componentes del cuidado: servicios e infraestructura para el cuidado y dinero o transferencias monetarias para cuidar.