Como todos los años, con la llegada del verano, la presión social sobre el cuerpo de las mujeres y los estereotipos de belleza aumenta. Los medios de comunicación reproducen imágenes de cuerpos femeninos hegemónicos, donde lo principal es la imposición de ciertos estándares de belleza liderados por cuerpos blancos, delgados, jóvenes y ultra depilados. A pesar de la amplitud de los distintos movimientos que hablan sobre la diversidad de cuerpos, generalmente impulsados desde los feminismos, los estereotipos con respecto a cómo una mujer se debería ver en la playa siguen fuertes.
En este sentido, una nota de Infobae fue escrachada en redes recientemente debido al epígrafe de una foto. En un artículo publicado el 15 de enero de este año, titulada Trenzas, pañuelos y bikinis asimétricas: los looks elegidos en la temporada 2022, el medio intentó destacar las nuevas tendencias que se ven en las playas en esta temporada de verano. Pero un epígrafe llamó la atención, donde destacaron que “los trajes de baño enterizos son los aliados de los cuerpos imperfectos”. La foto mostraba a una mujer con una malla enteriza negra saliendo del mar.
Este artículo, que es solamente un rejunte de distintas fotos (que dicho sea de paso parece fotos tomadas de forma cuasi clandestina), tenía la intención de mostrar cómo van vestidas a la playa distintas mujeres. La mayoría de las fotos muestran a mujeres jóvenes, delgadas, solas o con amigas, con nada de texto explicativo o análisis. Solo fotos que parecen ser tomadas de forma secreta. De esta lista de fotos solo dos se diferencian, con dos mujeres adultas usando mallas enterizas. Una de ellas fue clasificada por el medio por tener un cuerpo “imperfecto”.
El contraste entre las mujeres representadas en esta nota es fuerte. Más allá de las tendencias en trajes de baño, quien escribió ese epígrafe hizo un juicio de valor sobre el cuerpo de una mujer que simplemente estaba disfrutando un día de playa. Junto con ese juicio vino una segunda idea del orden aleccionar: así no es cómo se deben ver los cuerpos en el verano ya que esto es considerado imperfecto de acuerdo a nuestros estándares de belleza.
El epígrafe no duró mucho tiempo on-line, ya que debido a una serie de críticas, el medio modificó esta línea por la que se encuentra actualmente “Los trajes de baño enterizos también se hacen presentes”. Que las imágenes hayan tenido o no el consenso de las personas fotografías es un tema para otra ocasión.
Detrás de estos repudios estuvo, entre otras, la organización Mujeres que no fueron tapa, que hace varios meses llevan adelante la campaña “Hermana, soltá la panza” que busca sensibilizar acerca de las diversidades de cuerpos y los estándares de belleza. Como parte de esa campaña, ellas replican en sus redes sociales distintas historias de mujeres: “Soltar la panza es salir de la opresión de un modelo que nos avergüenza para controlarnos. No se puede pensar, estudiar, crear, existir, vivir con dignidad, luchar o simplemente ser quienes necesitamos ser, contando calorías o abdominales o pensando en “el rollo” o la celulitis”, se lee en un posteo de una chica que celebraba su graduación. Esta campaña deja ver en primera voz las repercusiones que tiene la imposición de los estándares de belleza en la forma en que las mujeres disfrutan, viven, muestran o esconcen sus propios cuerpos. “’40 años. Hace 25 que no salgo en short y, menos que menos, dejo que se me vea la panza. Una vida entera cagándome de calor. Basta. #hermanasoltalapanza ‘. Ya va siendo hora de que nos elijamos a nosotras, nos demos lo que merecemos, y tratemos de vivir lo mejor posible, hoy, acá”, se lee en otra historia.
Cada vez que llega el verano comienzan los bombardeos de imágenes y preguntas sobre cómo deben lucir las mujeres. Con respecto a los varones, la vara está más baja y se aceptan ahí si diversidad en cuerpos. Las panzas “cerveceras” (como se les llaman), cuerpos no estilizados o de gimnasio son aceptados e incluso alabados muchas veces, mientras que a las mujeres se las critica y juzga. Esto no es nuevo, pero como tantas otras cosas que desde los feminismos se busca modificar es una más a la que se le llama la atención. Ningún cuerpo debe ser criticado y cada persona debe tener la oportunidad de disfrutar de sus propios cuerpos sin temer ser juzgada.