El Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) presentó la campaña #PolíticasdeCuidadoYA que muestra diversas historias de vida con la finalidad de interpelar sobre la necesidad de políticas públicas que valoren este tipo de tareas como elemento central del funcionamiento social y económico de nuestra sociedad.
A partir de los relatos de Florencia, Nancy, Perla, Mercedes y Cecilia, se busca visibilizar y concientizar sobre las millones de personas, en su mayoría mujeres, que están atravesadas por esta responsabilidad que se considera fundamentalmente femenina. La desigualdad en el reparto de tareas, sumado a la falta de servicios, espacios y apoyos para brindar esos cuidados conllevan desigualdades sociales y económicas que impactan en las condiciones de vida de las mujeres, en toda su diversidad. Estas historias se pueden ver a través de videos desde su página web y cada persona puede sumarse para compartirlas a través del hashtag #PolíticasdeCuidadoYA
El trabajo doméstico y de cuidados no remunerado sigue siendo una actividad realizada mayormente por las mujeres. Antes de la pandemia, en la Argentina, las mujeres realizaban el doble de horas de cuidado diarias que los varones. En tanto, durante la pandemia, según un informe del INDEC, en el AMBA, las mujeres fueron quienes asumieron mayormente la atención de las personas (70%), de las labores domésticas (64%) y el apoyo escolar a las infancias (74%) en hogares con presencia de niñas, niños y adolescentes.
“La demanda apunta directamente a la necesidades de políticas públicas de cuidado: más jardines públicos, jornadas extendidas en las escuelas, compatibilidad de horarios entre los trabajos y espacios de cuidado, flexibilidad para atender necesidades familiares, un sistema de apoyo para que las personas con discapacidad puedan criar en condiciones de igualdad, cuidados domiciliarios para personas mayores accesibles, entre tantas otras”, expresó Delfina Schenone Sienra, responsable del área política de ELA.
En este sentido, ELA enfatiza la importancia que las políticas públicas contemplen la desigual distribución del trabajo de cuidados para brindar herramientas de inclusión en el empleo remunerado de calidad, reducir las brechas de género y socioeconómicas que esto produce y reproduce, evitando que el retroceso para las mujeres sea aún más profundo, y asegurar el derecho a un cuidado de calidad por parte de niñas, niños y adolescentes, así como su desarrollo pleno.
“Nuestra vida cotidiana está atravesada por las responsabilidades de cuidado que asumimos, que gestionamos, que resolvemos con los recursos que tenemos a mano, en situaciones muy desiguales. Hoy en día las familias organizan el cuidado de una manera que recarga a las mujeres, y acceden a servicios de cuidado muy distintos según el lugar en el que viven y los recursos económicos con los que cuentan. Entonces no sólo es imprescindible generar políticas públicas que garanticen servicios e infraestructura para el cuidado de una manera más igualitaria (escuelas, espacios de cuidado infantil, servicios de atención de la salud, acompañamiento para personas mayores, más accesibles y cercanas en todo el país) sino además interpelarnos como sociedad respecto de quiénes asumen esas responsabilidades al interior de las familias. ”, explicó Natalia Gherardi, Directora Ejecutiva de ELA.
Seguí la campaña en www.politicasdecuidadoya.org.ar